La Diputación de Alicante cede una obra del Mubag al Museo Carmen Thyssen para una exposición temporal
La diputada de Cultura asiste en Málaga a la inauguración de la muestra temporal sobra la pintura orientalista española de finales del siglo XIX
La obra del alcoyano Emilio Sala El fumador de kif, procedente del Museo de Bellas Artes Gravina, luce ya en una de las salas del Museo Carmen Thyssen de Málaga para participar en una muestra temporal sobre la pintura orientalista española de finales del siglo XIX.
La vicepresidenta y diputada de Cultura, Julia Parra, ha asistido esta mañana a la inauguración de la muestra ‘Fantasía árabe. Pintura orientalista en España (1860-1900)’ junto a la presidenta de la Fundación Palacio Villalón, Carmen Thyssen, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, entre otras autoridades de la localidad. La diputada de Cultura ha mostrado su satisfacción por la colaboración con el Museo Carmen Thyssen “porque con la participación en esta importante muestra se da visibilidad a una de las joyas pictóricas del MUBAG”.
La propuesta, comisariada por Francesc Quílez, coordinador de colecciones del MNAC, y Lourdes Moreno, directora artística del museo malagueño, se podrá visitar hasta el próximo 1 de marzo. Entre la selección de obras que componen la muestra se han incluido piezas de Fortuny, Tapiró, Fabrés, Lameyer, Delacroix, Benjamin-Constant y Dehodencq, entre otros.
El fumador de kif se presentó en la Exposición Nacional de Bellas Artes en 1876 y, ante la novedad de la temática, la crítica, acostumbrada a cuadros de historia en ese tipo de certámenes, la recibió con cierto recelo aunque con grandes elogios hacia el tratamiento del color llevado a cabo por el artista. Un siglo después, en 1996, la Diputación de Alicante adquirió a un coleccionista el lienzo que, desde que se inauguró el MUBAG en 2001, ocupa un lugar destacado en la exposición permanente ‘El siglo XIX en el MUBAG. De la formación a la plenitud de un artista’.
Emilio Sala Francés (Alcoy, 1850-Madrid, 1910)
Nacido en Alcoy, se trasladó a Valencia con su familia, donde estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos. En 1867 expuso por primera vez en la Regional de Valencia y cuatro años más tarde se instaló en Madrid para estudiar a Goya y los grandes maestros de El Prado. En 1878 obtuvo primera medalla en la Exposición Nacional con el cuadro Guillem de Vinatea delante de Alonso IV haciéndole revocar un contrafuero, al igual que en 1881 con Novus Ortus.
Pensionado de mérito, viajó a Roma en 1885 y a París donde participó durante varios años en el Salón de Bellas Artes de los Campos Elíseos con obras de carácter literario, costumbrista y retratos como el de La princesa Eulalia. En 1890 causó gran impacto en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid con el cuadro de historia Expulsión de los judíos de España (año de 1942).
Ya establecido en Madrid, fue nombrado profesor de Estética del color en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando donde publicó La gramática del color, que se convirtió en referente en las escuelas de Madrid y Barcelona. Tuvo como discípulos a María Blanchard y a Cecilio Pla, mientras que Sorolla lo consideró como uno de sus maestros. Asimismo, se dedicó a la ilustración en publicaciones como Blanco y Negro o La Ilustración Española y la Americana, y llevó a cabo decoraciones murales en palacios, casinos y cafés.